jueves, 19 de noviembre de 2015

¿Bailamos?


Una vieja historia que circula por mi pueblo desde hace bastante tiempo, narra una de los hechos mas escalofriantes que he oído hasta el día de hoy.
La historia comienza con cuatro chicas jóvenes y guapas que trabajaban día y noche sin descanso; como era tan común por aquel entonces...
Estas chicas decidieron salir a una fiesta en un pueblo vecino al suyo cuando terminasen sus labores, y así lo hicieron.
 Aquella  tarde se juntaron después de terminar su jornada de trabajo y se engalanaron con sus mejores ropas. Se pusieron de camino a dicha fiesta que estaba a unos 3km aproximadamente, mientras caminaban se juntaron con mas grupos de chicos y chicas de su misma edad que también iban a pasarlo bien a dicha fiesta, hablaron y hablaron durante todo el camino y finalmente una vez allí fueron dispersandose poco a poco hasta quedar las cuatro chicas en una zona, bailando tranquilamente.

Ana, una de las chicas más jóvenes se percató por un momento que estaba completamente sola, que había perdido a sus amigas que hace un rato tenía delante de sus narices. No le dió tiempo a preocuparse mucho por la situación, puesto que cais al momento se le acerco un chico guapisímo, era algo moreno con unos ojos azules, unos ojos enormes como la inmensidad del oceáno. Cuando el le pidió un baile, Ana aceptó sin miramientos y no se preocupó ni lo más minímo de sus amigas.

El chico le dijo que quería bailar con ella, pero que era un poco patoso, y que prefería que mientras estuviesen bailando no le mirase los pies para asi no tropezar y hacer el ridículo. Ana aceptó y ambos cogidos de la mano se pusieron a bailar en medio de la pista, a la vista de todo el mundo.

Bailbaban y bailaban... baile tras baile, Ana se sentía cansada muy cansada y el chico le sonreía picaramente y no la soltaba... despúes de un buen rato Ana empezó a inquietarse y a sentirse incódoma y no pudo evitar en un momento bajar su mirada de agotamiento.
Lo que vió la dejó helada, ese chico tan guapo tan misterioso ...  tenía unas horribles piernas de cabra, peludas negras y con una marca en la pezuña un 6. Sin saberlo había estado bailando con un demonio toda la noche.
Se sintió asustadisima, gritó pero nadie parecía oírle y intentó en vano soltarse del chico que la retenia fuertemente. Él puso su boca a la altura de la oreja de Ana y le susurró: " te dije que no me mirases los pies..."

Cuando abrió los ojos, Ana estaba con sus amigas sentada en un rincón. Ella le pregunto que qué hacía allí y que le había pasado. Y sus amigas le contestaron que se había quedado dormida al llegar a la fiesta y que se la había perdido por completo porque ya era hora de irse.

Ana se incoporó, dispuesta a irse a casa y al girarse vió en el camino a pocos pasos delande de ella, al chico al mismo chico con el que ella bailó, sonriéndole misteriosamente....