jueves, 18 de mayo de 2017

Visitantes de dormitorio (Parte 3)


Esta historia es la última de esta serie de relatos.

En un pequeño pueblo, una chica sufría sus peores tormentos desde hacía unos meses, cada vez que llegaba la noche y tenía que dormir en su habitación…

Ella normalmente vivía independizada de sus padres durante la mayor parte del tiempo, puesto que estudiaba fuera del pueblo, pero los fines de semana, vacaciones y día libres siempre tenía un hueco para su familia y generalmente pasaba esos días con ellos.

Nunca notó nada raro en su habitación, era su habitación de siempre de toda la vida era su refugio, su espacio más personal; pero desde hacía unos meses se estaba convirtiendo en su mayor pesadilla.

La mayor parte de las noches que dormía allí, se sentía angustiada, nerviosa; empezó a notar cosas…. Cosas como estar durmiendo plácidamente y sentir que una mano fría y temblorosa acariciaba su pelo lentamente, provocándole un escalofrío en todo el cuerpo.

Ver extrañas sombras acercándose a su cama, serpenteando por la habitación  dirigiéndose bajo su cama; que al intentar encender la luz o salir de su cama desaparecían inmediatamente. O también incluso escuchar ruidos, como quejidos, sentir la respiración ahogada de alguien bajo sus mantas…. Encender la luz y no haber absolutamente nada.
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Toda esta pesadilla duró meses, no podía dormir hasta bien salido el sol, y se encontraba cansada débil y un tanto nerviosa debido a tales hechos. Ella sabía que eso que estaba viviendo era real, no estaba soñando ni se lo estaba inventando,  pero los demás miembros de su familia le restaban importancia como si no fuese nada, o fuese algo de lo más común.  Para ellos era simplemente una exagerada que tenía que dejarse de historias.
Poco a poco fue dejando de visitar a sus padres, solo por no pasar la noche allí le aterraba la idea de pasarse la noche en aquella oscura habitación. Con el tiempo descubrió que allí habían muerto dos personas….. dos personas que por casualidad perdieron la vida en esa misma habitación,  familiares lejanos que nunca llegó a conocer,  pero que estaba segura que eran las que perturbaban su sueño en aquella casa

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PD: esta historia se la dedico a alguien muy especial, que se ha animado a contarme esta historia a pesar de que a día de hoy siga aterrada con lo sucedido en aquella época.