lunes, 19 de junio de 2017

La leyenda de Romasanta


Una de las más famosas leyendas de Galicia, incluso fue llevada al cine en el año 2004 de la mano de Paco Plaza.

Sobre esta leyenda existen múltiples versiones tanto orales, escritas o como he mencionado anteriormente en películas.

En el municipio de Allariz existen varias leyendas muy curiosas, pero la más famosa sin dudas es esta.

Esta historia comienza en un pequeño pueblo llamado el Lugar de Regueiro, que pertenece al municipio de Allariz, el 18 de noviembre de 1809, nace Manuel Blanco Romasanta, persona conocida posteriormente como el hombre lobo de Allariz.

Se casa con 21 años, pero la suerte no está de su parte y queda viudo al poco tiempo. Viendo su vida cambiada por completo, decidió dedicarse a la venta ambulante.

En sus tiempos había trabajado como sastre en numerosas ocasiones y era considerado una persona culta en la época, puesto que sabía leer y escribir.
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Su primera víctima fue un alguacil, cerca de Ponferrada, el alguacil se disponía a  embargarlo por una deuda de 600 reales. Fue condenado por este asesinato, pero se escapa de la cárcel y vuelve a su tierra  natal. Dónde decide esconderse durante un tiempo.

Allí  fué ganándose poco a poco la confianza de las gentes, puesto que tenía cierta fama de “afeminado”, no tardo en ganarse la amistad y confianza de la mayoría de féminas del pueblo, se cuenta que  se dedico al oficio de tejedor, algo que en aquella época sólo desempeñaban las mujeres.

Con el paso de los años, vuelve a la venta ambulante; donde empiezan sus múltiples crímenes. Dos vecinas de un pueblo cercano le piden ayuda para llegar a Santander en busca de un trabajo mejor, puesto que lo estaban pasando muy mal por aquella época.

  El aprovechaba para asesinar y descuartizar a sus víctimas en medio del bosque, sacar la grasa de sus cuerpos para hacer ungüentos que comercializaba, y también vendía la ropa y las pertenencias de sus víctimas. Cuando llegaba al pueblo convencía a los familiares de las chicas fallecidas, para que pensasen que habían encontrado un buen trabajo, que estaban bien y que pronto les escribirían; incluso llegó a falsificar cartas para no levantar sospechas y tener a los familiares de las víctimas calmados.

Cuenta la historia que los familiares de las víctimas, empezaron a sospechar en cuanto vieron las ropas de su hermana vestidas en otra mujer, a la cual preguntaron y esta les contesto que se la había vendido Romasanta.

 Más tarde más familiares de víctimas también vieron algunos de los objetos personales de sus seres queridos en manos de otras personas que preguntando, siempre los llevaban a la misma persona Romasanta. Y esto les llevó a denunciarlo todo a la policía.

También llego a oídos de la policía que esta persona comercializaba una serie de ungüentos elaborados con grasa humana, esto hizo saltar las alarmas entre la policía e inmediatamente procedieron a su detención.

Romasanta al verse descubierto, emprendió su huída a Toledo, pero no logró su objetivo, fué detenido  cerca de Toledo y llevado a la cárcel de Allariz.

El juicio acaparó la atención de toda la gente de la zona además de la prensa de la época, este juicio quedó registrado en al archivo del Reino de Galicia y fue uno de los más importantes de la época. Duro un año, fue condenado a muerte, a pagar los gastos del juicio, y una indemnización a la familia de las víctimas.

Su explicación fue que había sido víctima de una maldición familiar que lo convertía en lobo sin poder evitarlo perdía la consciencia humana, cazaba y devoraba a sus víctimas con un instinto animal, y era  incapaz de reprimirlo.

La primera vez que me transformé fue en la montaña de Couso. Me encontré con dos lobos grandes con aspecto feroz. De pronto, me caí al suelo, comencé a sentir convulsiones, me revolqué tres veces sin control y a los pocos segundos yo mismo era un lobo. Estuve cinco días merodeando con los otros dos, hasta que volví a recuperar mi cuerpo. El que usted ve ahora, señor juez. Los otros dos lobos venían conmigo, que yo creía que también eran lobos, se cambiaron a forma humana. Eran dos valencianos. Uno se llamaba Antonio y el otro don Genaro. Y también sufrían una maldición como la mía. Durante mucho tiempo salí como lobo con Antonio y don Genaro. Atacamos y nos comimos a varias personas porque teníamos hambre.

Manuel Blanco Romasanta, Causa núm. 1778: Causa contra hombre lobo, juzgados de Allariz (Orense)

Su Suerte cambió cuando la Reina Isabel II recibió una carta de un hipnotizador francés que que había seguido todo el proceso, y pedía la absolución para Romasanta puesto que padecía una monomanía conocida por los antiguos médicos como licantropía;  un síndrome psiquiátrico que provocaba alucinaciones a la persona afectada y  le hace creer que puede transformarse en un animal. Este hecho hizo que la condena de Romasanta fuese reducida sólo a cadena perpetua.

Finalmente fallece de cáncer de estómago en la prisión de Ceuta y se desconoce donde han ido a parar sus restos.
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