Todos
conocemos numerosas y múltiples leyendas a cerca de la Santa Compaña… Leyendas, testimonios, historias que afirman
ser cien por cien reales. Muchos de nosotros escuchamos alguna vez en nuestras
vidas algún tipo de anécdota sobre esta misteriosa procesión.
Pero
hoy os contaré un poco de otra procesión no tan famosa la “procesión das Xás”, mucha gente la asocia
con la Santa Compaña, pero nada que ver.
Esta
procesión no es una procesión de almas muertas, es una procesión de almas
vivas. Que se disponen en dos hileras y encabezando esta procesión va un ataúd sujetado
por cuatro personas.
Las
almas de los vivos que están más cerca del ataúd serán aquellos que perecerán
antes que los que se encuentran más atrás, estarían ordenados según la
cornología de su futura muerte. Los que encabezan la procesión probablemente
fallecerán en un par de días y los que se encuentran más atrás pueden tardar
incluso años.
Esta
procesión solo se puede ver, no puedes oler a cera ni escuchar sus salmos…
simplemente es una aparición silenciosa que raramente se deja ver. Aparece en los cruces de caminos, sin luz eléctrica;
allí donde echan sus responsos.
Si el
que ve esta estampa es amigo de uno de los que van en la procesión, lo único que
pasará es que se lo llevarán a otra parte; este se despertara aturdido sin
recordar apenas nada pero sin ningún daño físico. Por el contrario, si el que
va en la procesión es enemigo, está le dará una buena paliza, y lo arrastrara
entre las zarzas; despertándose así, magullado y dolorido.
Son muy
pocas las personas que han visto o pueden ver la “procesión das Xas” puesto que
para eso, hay que cumplir una serie de requisitos o condiciones , tales como;
que el padrino de quien ve la procesión no rezase bien el credo durante su
bautismo o que el sacerdote en su bautizo confunda los santos oleos y te marque
con el de la extremaunción en vez de con el del bautismo.
Este
error puede corregirse, si uno se vuelve
a bautizar.
Mientras
tanto la persona podrá ver y percibir
cosas del más allá.
