Un caluroso día de verano tres amigos se reunieron en la
playa para pasar rato. Se pusieron a contar historias de miedo para así poder
asustar al más joven y asustadizo del grupo.
Entre los tres, decidieron hacer una sesión de ouija en casa
de uno de ellos, puesto que su casa se quedaría vacía esa noche, porque sus
padres saldrían de cena.
Eran las once y media de la noche, y todos se reunieron como
habían acordado con anterioridad. Prepararon una habitación con velas, el
tablero y el vaso. Se acomodaron y se pusieron a jugar, lo tomaban como un
juego, ninguno estaba en serio, y todos se reían pensando que alguno de ellos
haciéndose el gracioso movía el vaso; cuando en realidad ninguno de ellos era
el culpable de los movimientos raros que estaba haciendo el vaso en aquel mismo
momento.
Se escuchó un estruendo en la cocina, y todos los chicos
saltaron sobresaltados; cuando uno de ellos se levantó se fue luz.
Cuando se dirigían hacía la puerta en medio de la más negra
oscuridad, todos pudieron contemplar unos ojos inyectados en sangre de color
escarlata, como los de una bestia en el espejo que había en el pasillo.
Se asustaron mucho, y
salieron de casa despavoridos, cogiendo las llaves del coche de la madre de uno
de ellos.
Se subieron al coche, y salieron de allí como alma que lleva
el diablo, iban muy nerviosos, el chico que conducía estaba pálido, tembloroso…. Y no tardó en salirse de la carretera y
chocar de frente contra un árbol. El conductor, miró fijamente al copiloto para
asegurarse de que esté se encontraba bien, un chorro de sangre corría por su
mejilla izquierda y se notaba bastante aturdido; en medio del caos ambos chicos
reaccionaron y alzaron la vista a su compañero, que viajaba en el asiento
trasero, entonces vieron horrorizados que su amigo había fallecido se
encontraba entre un amasijo de hierros y sangre.
Los chicos rápidamente salieron del coche y vieron algo que
les heló la sangre, en el parabrisas aparecieron los mismos ojos inyectados en
sangre, que vieron en su casa, pero esta vez también pudieron escuchar claramente
una carcajada demoníaca….
Después de ese suceso, ambos chicos fueron internados en un
psiquiátrico de dónde nunca salieron…
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