Esta
historia es la última de esta serie de relatos.
En un
pequeño pueblo, una chica sufría sus peores tormentos desde hacía unos meses,
cada vez que llegaba la noche y tenía que dormir en su habitación…
Ella
normalmente vivía independizada de sus padres durante la mayor parte del
tiempo, puesto que estudiaba fuera del pueblo, pero los fines de semana, vacaciones
y día libres siempre tenía un hueco para su familia y generalmente pasaba esos días
con ellos.
Nunca
notó nada raro en su habitación, era su habitación de siempre de toda la vida
era su refugio, su espacio más personal; pero desde hacía unos meses se estaba
convirtiendo en su mayor pesadilla.
La
mayor parte de las noches que dormía allí, se sentía angustiada, nerviosa; empezó
a notar cosas…. Cosas como estar durmiendo plácidamente y sentir que una mano fría
y temblorosa acariciaba su pelo lentamente, provocándole un escalofrío en todo
el cuerpo.
Ver
extrañas sombras acercándose a su cama, serpenteando por la habitación dirigiéndose bajo su cama; que al intentar
encender la luz o salir de su cama desaparecían inmediatamente. O también incluso
escuchar ruidos, como quejidos, sentir la respiración ahogada de alguien bajo
sus mantas…. Encender la luz y no haber absolutamente nada.
Toda
esta pesadilla duró meses, no podía dormir hasta bien salido el sol, y se
encontraba cansada débil y un tanto nerviosa debido a tales hechos. Ella sabía
que eso que estaba viviendo era real, no estaba soñando ni se lo estaba
inventando, pero los demás miembros de
su familia le restaban importancia como si no fuese nada, o fuese algo de lo
más común. Para ellos era simplemente
una exagerada que tenía que dejarse de historias.
Poco a poco fue dejando de visitar a sus padres,
solo por no pasar la noche allí le aterraba la idea de pasarse la noche en
aquella oscura habitación. Con el tiempo descubrió que allí habían muerto dos
personas….. dos personas que por casualidad perdieron la vida en esa misma
habitación, familiares lejanos que nunca
llegó a conocer, pero que estaba segura
que eran las que perturbaban su sueño en aquella casaPD: esta historia se la dedico a alguien muy especial, que se ha animado a contarme esta historia a pesar de que a día de hoy siga aterrada con lo sucedido en aquella época.
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