El
dybuukk es un ser místico judío que literalmente significa “aferrarse”. Se cree que son originarios de la zona de
Israel y están ligados íntimamente a la religión judía las historias sobre este
tipo de seres comenzó aproximadamente en
el siglo XVI.
La
historia más conocida es la de la “Caja de dybuukk” que contaré en el siguiente
post.
Se dice
que este ser es un demonio ancestral o incluso el alma de un pecador que vaga
entre los dos mundos para escapar del castigo que le espera por sus malas acciones. También se dice que simplemente podría ser la
esencia de una persona muerta a la cual han quedado asuntos pendientes en vida.
El
dybuuk no tiene género sexual es puramente energía, tiene la capacidad de
poseer a los cuerpos humanos, normalmente mujeres para vivir dentro de
ellos. Es un espíritu errante que no
tiene cabida en el cielo o simplemente no sabe cómo ha de llegar a él.
Este
tipo de entes se encerraban en cajas, botellas o cualquier tipo de contenedor
bendecido para evitar que pudiesen hacer daño a alguien. Los encargados de
portar y cuidar de dichos objetos eran sus familiares, se iban pasando de generación
en generación para preservar los recuerdos de los familiares muertos. Este objeto que contenía las almas de sus
ancestros, formaban una especia de condensador de energía del alma, que podía
servir de acceso a otros espíritus de
otras dimensiones atrayendo a presencias
muy negativas. Por eso nunca jamás
deberían abrirse.
El espíritu
puede apoderarse del cuerpo de aquella persona con la que está conectada por algún
problema emocional o psicológico, es decir, si el ente en vida sufría una depresión
le resultaría más fácil poseer a una persona que sufriese el mismo problema.
Siendo así más fácil atacarla sin que esta pudiese defenderse. El dybuuk puede poseer y dominar el cuerpo y
la personalidad de una persona completamente. Sobre todo cuando la persona está
atravesando momentos difíciles de su vida y está más vulnerable a ese tipo de
ataques.
La
única forma de expulsar a un dybuuk del cuerpo es practicar un exorcismo, tiene
que ser practicado por un rabino judío experto en el Kabbalah y junto a él diez
personas más, diez personas capaces de enfrentar el ritual que muchos afirman
ser muy duro e impactante.
Estas
diez personas deberán formar un círculo de protección alrededor de la persona
poseída para protegerla, mientras se leen textos sagrados.
Se
deberán leer los salmos tres veces mientras que el rabino por su parte, hará
sonar un cuerno de carnero, para desorientar al ente, mientras tanto se pide
que el espíritu abandone el cuerpo del poseído,
hasta que sucede. Cuando esto sucede el ambiente se pone muy tenso y
peligroso porque el dybuuk antes de volver a quedar encerrado en el contenedor del que proviene (sea caja, botella o lo
quesea) intentará poseer a alguna persona de las allí presentes en este ritual.
Por eso es muy común cuando se realiza
este tipo de exorcismos, tener que repetirlos varias veces porque este ente
podría poseer a alguna persona más antes de volver a quedar encerrada para
siempre.
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