Hoy os
traigo la historia de un muñeco embrujado, una de las más conocidas de la
historia en el cual se inspiró una de las películas más famosas del cine de
terror relacionada con juguetes y muñecos.
Su
historia comienza a finales de los años 1800 o 1900, en EEUU más concretamente
en Florida. Thomas Otto y su querida familia se mudaron a una gran mansión, conocida en toda la zona como “the artist house”
(la casa del artista) una preciosa casa de estilo victoriano de la época, que
aun hoy se puede visitar, puesto que, es una casa de turismo rural famosa en la
zona.
La
familia Otto era una familia bastante adinerada, y como era de esperar, tenían una
vida llena de comodidades por lo que era habitual que tuviesen a su disposición
un gran número de criados. Ciertos rumores decían que la familia Otto no
trataba muy bien a sus empleados y quizás por eso Robert llegó a su familia…
El hijo de la familia, era el miembro más joven y
requería un cuidado especial y una
vigilancia como cualquier niño de ocho años, que no para quieto ni un
momento. Para dicha tarea, contrataron a
una señora haitiana, ya entrada en edad.
Pronto el pequeño, le cogió mucho
cariño y ambos compartían largos paseos y meriendas copiosas. Hasta que
un día la señora fue despedida por la madre del niño, según ella porque la
había sorprendido haciendo magia negra en el patio trasero de su casa.
Antes
de irse, la señora regaló al pequeño Robert un muñeco hecho de paja con botones
a modo de ojos, que ella misma había hecho. Robert lo recibió con entusiasmo y
se convirtió desde entonces en su compañero inseparable, tanto que, lo llamó
Robert, como él.
Iban a
la compra juntos, dormía con él, comían juntos. Ambos se volvieron
inseparables. Pero con el paso del tiempo su muñeco fue cambiando…
Los
padres de Robert, lo escuchaban frecuentemente hablar en su habitación, en un
principio pensaban que el niño solo hablaba consigo mismo o estaba jugando a pesar de que claramente se escuchaban dos
voces una infantil, y otra mucho más grave.
El niño, empezó a rechazar que le llamasen Robert, pedía que le llamasen
Eugene, que era su segundo nombre, ya que Robert era el muñeco.
El niño
comenzó a tener conductas extrañas se veía ansioso, agitado incluso a veces su
madre lo descubría arrinconado y asustado mientras el muñeco Robert lo miraba
sentado desde la cama o una silla.
Las
cosas iban empeorando con el paso de los días, sus juguetes aparecían
mutilados, rotos y machacados. El muñeco Robert aparecía en habitaciones donde
no había sido dejado, se escuchaban risas. Muchos vecinos afirmaban ver al
muñeco asomado de alguna ventana, e incluso en presencia del muñeco algunos
objetos se movían solos.
El pequeño
Eugene era castigado muchas veces injustamente sin dejar de repetir una y otra
vez “¡Robert lo hizo!” cada vez que algo pasaba.
Muchos
trabajadores aseguraban haber visto al muñeco parpadear o cambiar de expresión,
por estos motivos muchos de los criados se iban de la casa abandonando su
puesto de trabajo.
La tía
abuela de Eugene sugirió separarlos, y encerrar el muñeco en el ático, pero a
los pocos días su tia abuela falleció de un ataque al corazón, todo el mundo pensó que tenía que ver con el
muñeco, así que, a los pocos días, ambos estaban juntos de nuevo. Más inseparables
que nunca.
Incluso
después de la muerte de sus padres, cuando Eugene ya era una persona adulta y
estaba casado, él tenía al pequeño Robert sentado sobre su escritorio en su
habitación.
A los
pocos meses, su esposa murió de forma repentina y al poco tiempo por extrañas
circunstancias el propio Eugene murió, condenando de esta forma al muñeco Robert
a verse recluido de nuevo en el desván de la casa.
Treinta
años después, otra familia adquirió la mansión, y se encontró a Robert que
enseguida volvió a asustar a la pequeña niña de la familia de diez años. Esta
afirmaba que quería matarla y sus padres finalmente la regalaron a un museo de antigüedades.
Actualmente
el muñeco Robert se encuentra encerrado en una vitrina cerrada en el museo de
East Martello en Florida, donde se ha reportado actividad paranormal
muchas veces.
Por ejemplo,
el león que tiene su rodilla cambia a la otra, cambia de posición… todo esto en
una vitrina completamente sellada.
Los
propios trabajadores cuentan, que a Robert le gusta dañar las fotos en las que
sale, y hace que se conviertan en un cuadro negro. Y para evitarlo, debes
pedirle permiso antes de tomarle la foto.
Como
dato curioso, te contaré que este muñeco
es en el que está inspirado la famosa película “child´s Play”, donde el
conocido muñeco asesino Chuky hace su aparición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario