Hoy
vamos a cambiar de continente y os contaré varias historias de fantasmas de
origen Africano, personalmente desconocía muchas de estas leyendas y me
llamaron tanto la atención que decidí escribir sobre ellas, porque, creo que
merece la pena conocer estas historias.
La leyenda de Kishi, el hombre hiena.
Cuenta
la leyenda, que Kianda; el dios del Mar. Era tan bello y hermoso que le resultaba difícil encontrar una mujer
que lo quisiera de verdad, sin importar su belleza exterior.
Así
que, decidió cortejar a dos hermanas de un pueblo; pero, tapándose la cara con
una máscara de una calavera.
La
primera de las hermanas, lo rechazó, no quería estar con alguien con ese
aspecto. Pero la otra de las hermanas lo aceptó e incluso acepto su petición de
matrimonio.
Así
pues, se convirtió en la reina de os océanos. Pero, a los pocos meses ella dio
a luz, y para su sorpresa pudo contemplar como su hijo había nacido con dos
cabezas, una de hombre y otra de hiena.
En
realidad su marido, era un demonio que
acabó por comérsela viva y su hijo Kinshi acabó vagando por los bosques
devorando todo lo que encontraba a su paso. Entre las gentes del lugar se
conoce como el hombre hiena.
Los kel Essuf
Unos de
los habitantes más conocidos del Sahara son los Tuareg, ellos creen firmemente
en los espíritus del desierto; los Kel Essuf
“gentes de la soledad”. Son espíritus malignos y perversos que viven en
las dunas del desierto.
Ellos
disfrutan haciendo el mal a todo aquel que ose merodear por sus dunas, suelen
asustar a las caravanas o incluso alterar el sentido de la orientación de
aquellos que vagan por el desierto, conduciéndolos así hacia los sitios más
inhóspitos de la zona donde no hay agua ni comida y así condenándolos a una
muerte segura.
Los
Tuareg no suelen mencionar el tema de los Kel Essuf, porque creen, que el
simple hecho de hablar de ellos es una forma de invocarlos. Por lo general en todos sus viajes portan
consigo una gran variedad de amuletos y frases del Corán para protegerse.
También son conocidos en otras zonas como yennun.
Tokoloshe, los enanos voladores.
Otro
fantasma muy conocido, sobre todo en zonas de África del sur es el Tokoloshe.
Las gentes de las aldeas cuentan que fue un castigo de los dioses a chamanes
que desobedecían sus órdenes y eran malos.
Fueron
poseídos a vagar con aspecto de enanos envejecidos durante toda la eternidad.
Otra
versión nos cuenta que los Tokoloshe fueron una mera creación de algunos
chamanes, puesto que estos tienen la capacidad de crear fantasmas.
Estos
seres, salen por la noches entran en las aldeas para mantener relaciones
sexuales con las mujeres y apoderarse de las almas que están plácidamente
dormidas.
Solo se
puede protegerse de estos seres, poniendo en los pies de la cama un par de
ladrillos; para conseguir elevarla, de esta forma, como ellos son muy bajitos,
no podrán alcanzar a la persona y hacerle daño.
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