Esta es
una de las leyendas más conocidas del mundo por todos, tanto jóvenes cómo ancianos.
Y es
que, existen muchas versiones de la misma dependiendo de la región, ciudad o
país.
Sólo
escribiré dos de esas versiones puesto que aunque diferentes, como es lógico,
todas tienen prácticamente el mismo argumento.
Versión 1.
“Cómo
muchas jóvenes, una chica de pueblo emigró a la ciudad en busca de
oportunidades laborales, trabajar y así poder costearse sus gastos.
Era una
joven muy bella y enseguida consiguió trabajo como criada de la familia de un
noble de renombre en la ciudad. Este junto con su mujer y su hijo vivían en una
enorme mansión colonial atendidos por una multitud de criados, jardineros, chóferes…
La
chica trabajaba duramente, y compartía habitación con una de las criadas de
confianza del coronel.
Fue
pasando el tiempo, y esta se enamoró perdidamente del hijo del coronel, un apuesto
muchacho que no dudó en aprovecharse de la muchacha dejándola embarazada, para
finalmente despedirla y echarla de su trabajo.
Ella,
desconsolada regresó a casa de sus padres, ocultando como podía bajo su
delantal el embarazo.
Los
padres, no tardaron en enterarse y todos los días culpaban a la niña diciéndole
que era un error lo que había hecho, una deshonra y muchas cosas desagradables…
La
chica, cuando dio a luz, estaba tan perturbada por todo lo que había sucedido
con su familia que en un acto de locura, tiró el niño al río. A los pocos
minutos de darse cuenta de lo que había hecho, se tiró detrás para recuperar al
niño y nunca jamás se volvió a ver.
Cuenta
la leyenda que la llorona se pasea por las orillas de los riachuelos llorando y
gimiendo en busca de su niño, y que no duda un momento en asustar a aquel que ose
interponerse en su camino.”
Versión 2
Cuenta
la leyenda, que una hermosa muchacha de pueblo. Se enamoró locamente de un
misterioso comerciante que pasaba por la zona. Un hombre alto, moreno y muy
apuesto.
Él
también se fijó en ella y a los pocos meses se casaron, compartían una humilde
casa e incluso llegaron a tener dos hermosos hijos. Todo era perfecto, pero
ella, desconocía por completo la verdadera identidad de su marido, que era el
diablo.
Un día
ella salió de casa para hacer la compra y varios recados como hacía siempre,
dejando a su marido al cuidado de los niños.
Este,
no pudiendo evitar lo que era; asesinó cruelmente a sus hijos despedazándolos y
arrojándolos al río.
Cuando
su mujer llegó a casa, no podía contener el llanto. Se pasaba las noches
llorando por sus hijos perdidos que nunca más volvería a ver.
Hasta
que una noche, el diablo harto de esta situación encadenó a la mujer a la cama
con unas gruesas y oxidadas cadenas de hierro, y le clavó una estaca en el corazón.
Desde
entonces cuenta la leyenda, que la llorona se pasea por las calles de noche
buscando venganza, mientras llora arrastra sus grilletes por la calle haciendo
un ruido espantoso.
Cualquiera
que se cruce con ella, tendrá un final tan trágico como el suyo, así que, si
sientes ruidos de cadenas por la noche en una calle, corre, corre por tu vida…
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