Una
tarde oscura de invierno, unos jóvenes pilluelos estaban jugando en una calle
situada enfrente de una pequeña iglesia, se divertían correteando mientras el
cielo daba una tregua a los continuos chubascos que habían estado azotando la
zona durante esos días.
No era
muy normal que pasasen coches por aquella calle, porque estaba visiblemente
deteriorada, así que cuando apareció aquel pequeño camión de reparto ambos se
miraron extrañados pensando que aquel conductor no era de la zona porque nadie
en su sano juicio se metería por aquella calle llena de socavones, barro y una
maleza enorme a ambos lados.
Los
niños se reían mientras el conductor hacía peripecias para esquivar los baches
sin éxito, en un momento dado, se cayó una caja del camión rompiéndose parcialmente
sobre el asfalto.
Los
niños corrieron curiosos para ver el contenido de la caja, vieron que se trataba
de una caja de higos secos, ambos se entusiasmaron mucho y cogieron entre los
dos la caja para esconderse con ella dentro de la caseta que había en el
pequeño cementerio al lado de la iglesia.
Acordaron repartirse los higos a partes iguales y al terminar de
repartirse la caja aun volverían a recoger los que habían caído al suelo.
Pronto anocheció
mientras los niños en la caseta se repartían los higos, sin saber que al otro
lado del muro del cementerio dos señores se resguardaban porque empezaba de
nuevo a llover. Estos dos hombres sin imaginarse la presencia de los niños
escuchaban unas voces que provenían de dentro del cementerio…
-Este
para ti.
-Este
para mí.
-Este
para ti.
-Este
para mí.
Después
de un rato, muertos de miedo, escucharon decir algo a uno de ellos…
-Hemos
terminado con éstes, ahora vamos a buscar los que están afuera.
Ambos
hombres, sin mediar palabra y consumidos por el pánico se echaron a correr.
Mientras los inocentes niños, salieron a buscar los higos que le habían quedado
en la carretera.
A veces
la mente nos juega malas pasadas, sino que se lo digan a estos pobres hombres,
que pasaron el peor rato de sus vidas creyendo que algún ser del más allá iba a
por ellos.
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