Esta
leyenda, se desarrolla en la Isla de Sálvora, situada en el Ayuntamiento de
Ribeira (A Coruña).
Esta
zona está llena de leyendas, misterios y curiosidades. Esta isla, estuvo
habitada hasta principios del siglo XVII,
pero debido al constante ataque de piratas que saqueaban a sus
habitantes estos acabaron por irse de esa zona quedando así, completamente,
despoblada. Desde el año 2002 forma
parte del Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia, junto con las
Islas Cíes, Ons, Sálvora y Cortegada.
Pues
bien, en esta pequeña isla se desarrola nuestra historia.
Cuenta la leyenda que a las costas verdes y
hermosas de esa zona se acerco el caballero francés Roldán, puesto que no
habría fallecido en Roncesvalles como cuentan otras leyendas. Sino que, buscó
el retiro y el descanso en esta preciosa
isla.
Una mañana mientras cabalgaba sobre su corcel
negro por la playa, pudo divisar a lo lejos una hermosa dama tumbada en la
arena. Lo primero que pensó es que
aquella mujer sería víctima de uno de tantos naufragios en la zona, y estaría
muerta. Raudo y veloz, con su caballo se dirigió hacia aquel cuerpo que yacía
en la arena.
A
medida que se acercaba, empezó a distinguir los rasgos de aquella preciosa
mujer, y pudo comprobar que se trataba de una sirena, era la cosa más bonita
que había visto nunca, tenía una larga cabellera de un color cobrizo, y unos
ojos azules como el mar. Sin mediar palabra con ella, la subió a su caballo y
se la llevo a su morada.
Roldán
decidió entonces, quitarle todas las escamas de su cuerpo una a una mientras no
podía parar de contemplar completamente ensimismado aquella hermosa dama.
Vivieron
juntos durante mucho tiempo, se casaron y ambos eran muy felices. Él la bautizó
con el nombre de Mariña, puesto que la había encontrado en el mar, era el
nombre más adecuado para ella.
Pasaron
los años, y su felicidad juntos crecía día a día; todo era perfecto, salvo
porque, Mariña nunca había podido articular palabra. El culmen de su felicidad,
llegó cuando nació su primogénito.
Celebrando
las fiestas de San Juan, donde se reunía todo el pueblo alrededor de una
hoguera, Para cumplir con la tradición, cogió al niño en brazos acercándolo a
la hoguera, con la intención de que el fuego lo purificase.
Pero
Mariña, que desconocía esta tradición, se levantó bruscamente hacia él,
asustada y gritó: “hijo”.
Desde
entonces, Mariña pudo hablar siempre con normalidad, y la felicidad de la
pareja fue completamente plena. Compartieron el resto de sus días juntos, y
cuando Roldán por causa de la edad falleció, Mariña, la sirena, volvió al mar.
Regresó
con una condición: Cada generación la familia Mariño, tendría que entregarle un
hijo varón y ella lo llevaría al mar; el elegido sería fácilmente reconocido
porque tendría los ojos azules como el mar…
Y es así como ha habido muchos casos de
Mariños de ojos azules, desaparecidos cerca de esa costa.
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Un rinconcito en donde plasmar todas las enseñanzas, historias, creencias y remedios, que he ido recopilando durante años. Testimonios reales y un poco de magia.
martes, 23 de enero de 2018
Mariña, la sirena enamorada.
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